viernes, 9 de noviembre de 2012

>Pag 8- Atrás habían quedado los momentos de tranquilidad y la incertidumbre empezaba apoderarse de sus habitantes; se me venían tantas preguntas a mi cabeza ¿quién lo hizo? ¿quién ordenó esta muerte? ¿bajo qué motivación? ¿sería venganza? ¿envidia? ¿se estaría convirtiendo en obstáculo para algunos intereses oscuros?
Jorge, recuerdo, era un joven emprendedor, de buenas costumbres, de sonrisa escandalosa y amante del fútbol; aún recuerdo que cuando fallaba una oportunidad de gol bajaba su mirada y culpaba de alguna manera algún defecto inexistente de sus guayos, pero aun así se destacaba por ser muy buen jugador. En ocasiones nos sentábamos frente a su casa y discerníamos sobre temas de política o el futuro de Juan Frío.  Hacía apenas unos meses antes de su muerte se encontraba bastante molesto, sobre como un grupo armado que nunca se autodenominó había llegado al colegio agropecuario y había amenazado al rector que para esa época era el profesor Maturana, me había comentado que tenía un indicio de que dos alumnos estarían detrás de esa amenaza pero que hasta no estar seguro no diría nada al respecto; creo este fue el detonante para sacarlo del camino, silenciarlo y dejar atrás la conducta de un hijo de ese caserío, inteligente y con un sentido de pertenencia arraigado a sus venas, inexorable conducta que sentenció su muerte. Este homicidio como miles en nuestro país quedó en la impunidad y marcó el principio de un cambio inesperado para Juan Frío. Muchos ignoran que para el año 1995 ya en este caserío se estaba asentando una célula pequeña del ELN y lamentablemente algunos lugareños en medio de su ignorancia y carentes de recursos para exigir sus necesidades dieron cabida a uno de los peores errores tomados por cualquier ser humano, la violencia y el sometimiento, no es mas que el atajo anacrónico y sin sentido que toman los que no se sienten con capacidad  intelectual y humana de exigir lo que se merecen y optan por el camino de los violentos. Sé que muchos obraron por miedo, otros por ignorantes y algunos pocos por resentimiento social y envidia.
El camino real para haber mejorado el modo de vida allí, estaba en el adoptado por Jorge, a través de peticiones al estado siguiendo las directrices y basados en el conducto regular para hacer sentir una inconformidad,  no de una persona, sino de todo un caserío; era la hora de pedirle a la administración un aporte para el que en ese momento se estaba convirtiendo en el lugar mas visitado del municipio y quien no llegaba a  pensar que en pocos años podría ser de todo el departamento. Para ese entonces se había mejorado el transporte permitiendo a una empresa prestar los servicios que cubría la ruta Cúcuta - Juan Frío evitando así el transbordo de los pasajeros que solo tenían anteriormente la posibilidad de desplazarse desde el corregimiento hasta el centro del municipio de Villa del Rosario y luego ahí tomar otro automotor incrementando el costo del pasaje al doble del que ahora ofrecía el nuevo transporte. Muchos desconocen que fue la venta de pescado la que motivó este nuevo servicio.
Habían otras maneras de exigir, pero un caserío que no estaba acostumbrado a ver personas armadas con fusiles y vistiendo prendas que eran de uso privativo de las fuerzas militares sucumbió por decirlo de alguna forma en ese estilo que lleva mas de 50 años haciéndole daño al país. No puedo imaginar nombres de quienes pudieron ser permisibles y alimentaron esta idea ya que solo me fundamento en lo que vi y fui testigo y hasta me niego a creer en muchos que fueron señalados y hoy se encuentran muertos y algunos desplazados. Creo que en gran medida después pagaron justos por pecadores idea que aún hoy llevo en mi cabeza algo aturdida después de tantos años de violencia.

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